lunes, 24 de noviembre de 2008

Lago Bohinj

Dirk es ingeniero agrónomo y está casado con una diplomática sueca. A los dos les encanta la naturaleza y todos los domingos organizan un "hike" o caminata en algún paraje esloveno.

Luis se ha aficionado y ya no puede presicindir de estos "paseos" de seis horas por la montaña. Para convencerme de que me apuntase al plan, este domingo se organizó una excursión "easy" (doce kilómetros a menos cinco grados bajo cero) alrededor del Lago Bohinj, en el parque nacional del Trigalv.

El grupo era de lo más vario pinto: razas, países, lenguas y edades distintas. Teníamos incluso dos perros apuntados a la excusión, pero uno, Lucas, tuvo que retirarse por una inflamación en la pata derecha (nada grave).

Esta es la panda (yo no estoy porque hago la foto):


Muchos desisitieron durante el programa (la Embajadora sueca, su marido y acompañante filipina), no tanto por no estar en forma como por lo inapropiado del atuendo (calzado no apto para pisar las "pequeñas" raices ocultas bajo quinientos millones de hojas secas).

Pequeñas ramas sueltas a modo de ejemplo:



Luis y yo teníamos las botas adecuadas, pero él iba como un pincel (todo a juego y de marca), y yo como una cebolleta (capas y capas de ropa sin sentido ni armonía ninguna).
Luis se queja de que nunca pongo fotos mías en el blog porque soy muy coqueta y no me gusta como salgo. Cierto. Pero es que él sale siempre genial. Veamos este ejemplo dónde se podrá comprobar nuestra indumentaria:


En un punto del camino, encontramos un cementerio cerca de la orilla del lago, dónde probablemente una batalla tuvo lugar y cientos de soldados murieron sin ser nunca identificados. El lugar es frío y silencioso, pero hay una cierta magia... no se podía evitar pensar en los espíritus que nos escuchaban mientras caminábamos entre las tumbas...


Lo pasamos muy bien todos. Especialmente el perro de Dirk, que saltó y brincó durante todo el trayecto. Cuando su dueño le ponía la correa para descansar ahuyaba como si estuviesen matándolo. ¡El campo es el campo!. De nuevo Luis se ha quejado mucho de que no haya puesto ninguna foto de él y Dirk en la primera versión de esta entrada en el blog, así que aquí están:


Los paisajes fueron evolucionando a lo largo de la mañana. Espectaculares. Impresionante el cruce de un lado a otro del lago. Un puente de madera nos permitía caminar sobre las aguas turquesas para cruzar del frío y la sombra, al calor y la luz.

Las montañas cambiaban de color a medida que avanzaba el día, el sol iluminaba el color de las hojas y del agua, y el calor mejoraba nuestro humor y entusiasmo.



Luis estuvo magnífico. ¡Qué ritmo! Caímos como chinches en su escapada. Fuimos incapaces de seguirle. Fue el gran ganador.



Este es un breve resumen (siento la calidad de la imagen) del día (pulsar el play, triángulo):


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